“Un corazón para dos” de Jessi Kirby
¿Y si la esencia de la persona estuviese en el corazón?
Un año después de perder al amor de su vida, Quinn Sullivan no consigue pasar página. Como parte del duelo, escribe a todas aquellas personas que se salvaron gracias a los órganos donados por su novio Trent. Consigue contactar con todos ellos, excepto aquel que recibe su corazón.
Aunque Quinn sabe que no debería, descubre quién es el receptor, un chico de diecinueve años llamado Colton Thomas. Cree que si logra ver a Colton, podrá superar el dolor de su pérdida. Pero su atracción es innegable, y entre ellos nace rápidamente una relación.
Colton cree que se trata de una casualidad, y aunque este nuevo amor ayude a Quinn a sobreponerse, no puede vivir ocultándole el secreto a su nuevo amor. La única salida es explicar la verdad, pero ¿y si eso conlleva perderlo?
Porque cada latido es un sueño por cumplir.
Cuando decidí leer esta novela, fue en gran parte por el tema que toca, como es el de la donación de órganos y sus receptores. Me pareció algo distinto a lo habitual, y sabía que como poco, sentida sería. Y no, no me he equivocado. Si bien es cierto que no es una novela de la que me haya enamorado, sí puedo decir que he pasado un rato bonito con esta lectura que me ha parecido entretenida, tierna y dulce, aparte de que no es muy extensa y se lee fácilmente.
La propia sinopsis que trae la novela lo dice prácticamente todo:
Quinn, a sus dieciocho años ha perdido a Trent. Este era su gran amor, su novio, el chico en el que se centraba su mundo y al que conocía desde los catorce años. Cada día cuenta los días que han pasado desde ese amargo suceso. Le cuesta levantar cabeza y por ello no hace mucho tomó la decisión de reunirse, junto con la madre de este, con los receptores de los órganos de su fallecido novio que fueron donados, y fue reuniéndose con ellos. Pero le faltó uno por conocer, que nunca llegó a responder a su carta para reunirse, y que es poseedor del órgano más importante para ella; el corazón de Trend. Quinn, con los pocos datos que tenía y tras su búsqueda por las redes, dio con él a través de un blog que escribió la hermana de este, donde ella escribe sobre su hermano. Gracias al blog, Quinn descubre cosas de su vida, entre ellas sus transcursos por el hospital en su larga enfermedad. Pero Quinn necesita más para poder cerrar ese dolor, necesita verlo aunque sea de lejos. Y eso es lo que provoca que ahora vaya en su busca. Pero las cosas no salen como ella esperaba, y su encuentro con Colt despierta sentimientos en ella, sentimientos que poco a poco se van haciendo más intensos, empezando una relación entre ellos, aunque Quinn se siente incapaz de decirle quien es realmente.
Colt por su parte, es un chico dulce de diecinueve años, que valora cada momento de la vida. Está lleno de esa luz que resquebraja la oscuridad de Quinn. Él tampoco quiere sacar a relucir ese periodo doloroso de su vida, y ambos comienzan una relación, escondiendo una parte de sí mismos, en ese camino de superaciones y de amor.
Estamos ante una novela romántica de género New Adult, contada en primera persona bajo la perspectiva de Quinn, para mi gusto bien narrada. Sinceramente me hubiera gustado que en este libro también se nos mostrara la perspectiva de Colt, sus pensamientos, sus inquietudes, que aunque se reflejan y se saben, es una parte que me hubiera gustado haberla sentido dentro del personaje.
Realmente es una historia bonita, que nos habla de perdida, de dolor, pero también de esperanza, de ilusiones, de superación, siendo una lectura de sentimientos, rápida y fácil de leer sin grandes pretensiones.
Editorial: Planeta
Edición: Papel y digital
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