Un vibrante thriller que plantea la eterna pregunta: «¿El fin justifica los medios?», y le da la vuelta por completo.
La doctora Emory Charbonneau, pediatra y corredora de maratón, desaparece en un sendero montañoso de Carolina del Norte. Su marido, Jeff, enfadado por una pelea reciente, denuncia su desaparición, pero para entonces el rastro de Emory ya se ha borrado.
Mientras la policía sospecha que Jeff se ha procurado un «divorcio instantáneo», Emory ha sufrido una inexplicable herida en la cabeza y, cuando recobra el conocimiento, descubre que es prisionera de un hombre con un pasado violento y siniestro que se niega a decirle su nombre. Emory decide que debe escapar de él, asumiendo todos los riesgos necesarios aunque su vida corra peligro.
Sin embargo, de forma inesperada, ambos se ven envueltos en un peligroso encontronazo con personas que tienen un código de justicia propio. Lo malo acaba siendo bueno en manos de un hombre que infunde temor, pero también despierta la pasión.
Maldad latente combina el increíble suspense y la potente narración que han convertido a Sandra Brown en una de las autoras más queridas a nivel internacional. Es una novela increíblemente absorbente sobre el amor, la traición y las elecciones que debemos hacer para sobrevivir.

Esta es una de las lecturas conjuntas que se ha realizado este mes dentro del club “De viaje literario”, en el que como siempre, ha sido un placer participar junto a  unas compañeras tan majas y con una lectura, la cual, he disfrutado de principio a fin.

Como en la anterior reseña hecha en este blog y también de esta autora sobre su libro “Sedas de Francia”, me repito diciendo que esta autora entra dentro de mis escritoras favoritas, sobre todo en sus novelas de género romántico-suspense. Sandra Brown sabe envolverte en sus historias, tenerte pegada a sus páginas, hacerte pensar una pregunta tras otra tratando desvelar las respuestas de esta lectura. Y, como no, Maldad latente te deja con la miel en los labios al terminar un capítulo, para seguir con el siguiente.

Emory, una pediatra que entrena para una maratón, se marcha sola sin su marido el fin de semana a una zona montañosa para entrenarse… pero ahí se pierde su pista. Su marido, pasado un tiempo, da el aviso y viaja al lugar donde ha desaparecido su esposa, pero los policías tienen una hipótesis y descubren ciertos aspectos de él que lo señala directamente como posible culpable. Mientras, Emory despierta en una cabaña en la montaña, donde un misterioso hombre ha estado velando por ella y que dice haberla encontrado desmayada. El hombre no le quiere dar ninguna información de quién es él, se niega a dejar que se marche por el mal tiempo que hace, e incluso le impide ponerse en contacto con sus familiares. Todo en el desconocido hace sospechar que algo oculta, pero ¿cuál es su historia? ¿Qué esconde? ¿Por qué no le quiere dar ni siquiera su nombre?

Ante nosotros tenemos una novela muy bien escrita, con unos fabulosos diálogos y unos personajes muy bien construidos que te hará engancharte a esta lectura. La trama, muy bien elaborada, lleva el peso de todas esas incógnitas, dónde buscaremos respuestas, encontraremos traiciones y, de fondo, una atracción fuerte entre nuestros protagonistas. Mi pega es que del temor que él despierta en Emory, pasa a lo contrario en un abrir y cerrar de ojos, y me hubiera gustado comprender el momento de ese cambio tan drástico, que yo personalmente no lo he sentido.

La historia ha estado muy bien, aunque no es de las mejores que haya leído de ella, pero esto como ya sabemos, va en gustos. Eso sí, resumiendo, esta es una novela recomendable y que ha sido una delicia leerla.

Pinchando en la siguiente imagen encontraréis las reseñas de mis compañeras en el club:

Editorial: Ediciones B

Edición: Papel  y digital

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Otras reseñas de la autora: “Sedas de Francia“