Si todo desapareciera, tal vez Alessandra y Sean no se habrían encontrado nunca. Si todo desapareciera, no se habrían enamorado. Si todo desapareciera, jamás se habrían asustado del amor que sentían.

Alessandra Bonasera está acostumbrada a fingir, al fin y al cabo es actriz. Empezó de muy pequeña, cuando vivía en Little Italy y su madre llevaba a casa a hombres peligrosos y ella tenía que proteger a sus hermanos pequeños. Creía que nunca volvería a Nueva York, que siempre estaría en Los Ángeles, pero una obra de teatro y el director del momento la llevan de vuelta y se reencuentra con sus dos mejores amigos y su pasado.

Sean Bradford creció escuchando historias sobre el honor y la justicia, pero cuando estaba en la academia de policía su mundo entero se desmoronó y el mundo entero le dio la espalda. Creía que nunca volvería a Nueva York, pero le reclaman para el que promete ser el mayor caso de la historia y decide volver. Quizá ahora por fin averigüe la verdad sobre lo que sucedió.

Dos almas heridas destinadas a encontrarse y unidas por un trágico hecho del pasado que las marca y las obliga a alejarse… Un amor que no desaparecerá ante nada.

Hoy vengo a dar mi opinión sobre la última novela de Anna Casanovas “Si todo desapareciera”, tercera de la serie “Vanderbilt Avenue” que trata de nuestra Sandy, la que nos quedaba por descubrir en esta historia.

Creo que las que me conocéis y ya lleváis tiempo por aquí, os habréis dado cuenta mi debilidad por las novelas de Anna Casanovas, una autora que para mí es una apuesta segura desde que la conocí con su serie Los hermanos Marti. No se trata de que todas sus obras me gusten por igual, por supuesto, unas me llegan más que otras, pero Anna tiene una forma de escribir que me hace caer rendida a sus pies. Da igual que escriba en primera persona que en tercera, para mí tiene ese toque que la hace inconfundible, con su estilo elegante y cuidado en el que se nota el mimo que pone en cada una de sus frases. Desde luego, si aún no la conocéis yo os la recomiendo.

A lo largo de la serie, hemos conocido un poco a una Sandy de niña. Hemos sabido que no llevó una vida fácil en casa, y en el que determinado momento abandonó la ciudad junto con sus hermanos menores.

Estamos en los años cuarenta (1942) y ahora, Alessandra (Sandy), es una actriz con una carrera que empieza a despegar hacia lo alto. Ella hace lo que más le gusta, fingir ser otra persona para huir de sí misma. Tras llegar a sus manos el papel principal con la obra de teatro “Cumbres borrascosas” en Nueva York, cuidad de la que huyó, ha llegado el momento de regresar y de reencontrarse con sus amigos; Jack y Nick, a los que le une una especial amistad y a los que considera como sus hermanos. Pero no solo allí encontrará a sus amigos, sino también a Sean, la persona que le robará el corazón y que hará que se enfrente a sus peores demonios por él.

Sean pertenece a asuntos internos, es condenadamente bueno en lo que hace. Pertenece a un linaje de policías, creciendo rodeado de ellos y llenándose de valores. Es un hombre muy honesto y justo, pero hace muchos años, unos rumores lo convirtieron en un paria, y solo cuenta con él mismo. Desde hace mucho tiempo su deseo ha sido llegar al fondo de la verdad de aquello que lo marcó. El superintendente Anderson (que ya hemos ido conociendo en las entregas anteriores), lo ficha para el enorme caso que están a punto de destapar, uniéndose a este pequeño y selecto grupo variopinto, con Jack y Nick entre otros.

Los protagonistas de esta novela están muy bien definidos y con su forma de ser, solo puedo decir que me han conquistado. Ambos con sus anhelos, son dos almas solitarias, perseguidos por sus demonios, víctimas en diferente forma del pasado y a la vez con un lazo que los une. En cuanto se conocen saben ver en el otro más allá de la máscara que muestran, una especie de reconocimiento de dos mitades que se unen, pero que pronto descubrirán que se tendrán que enfrentar a ciertas cosas para conseguir esa felicidad. Creo que son unos protagonistas que están a la altura de cada uno. Si con la anterior novela de la serie tuve mis reservas en cuanto a Juliet, aquí no lo he sentido en ningún momento.

La novela, con una cuidada ambientación y datos que nos transportará a esa época, está muy bien desarrollada y en dos partes, pero a diferencia de sus antecesoras, aquí la narración está de principio a final en tercera (cosa que para mi gusto personal me ha gustado bastante).

La historia de amor entre Sean y Alex la he encontrado preciosa y dulce. No solo nos habla del amor, sino también de la superación. En la lectura, a pesar de que ciertos temas que se descubren, para mí han sido bastantes evidentes y no me he llevado ninguna sorpresa, he disfrutado muchísimo leyéndola, descubrir que ciertos acontecimientos pasados une pequeños detalles de la vida de estos personajes y, como no, encontrándome nuevamente con esa fuerte amistad tan bonita entre los tres, saber más de Luciano y del resto de personajes que ya aparecen en las otras entregas.

Quisiera hacer una mención especial a un detalle (o dato) de la novela hacia el final que me ha gustado mucho, y es esa moneda que con ella he sentido que se cerraba ese círculo.

Y para despedirme, aunque nunca busco frases bonitas de la lectura para poner en mis opiniones, esta vez voy hacer una excepción, ya que este dialogo encierra para mí una verdad como un templo, y aunque la lectura contiene frases mucho más preciosas, quiero mostraros esta.

—Mira, tal vez no sepa demasiado sobre el amor, pero sé que querer a una persona implica eso, quererla tal como es, no buscar la manera de desmontarla y sustituir las piezas que no te gustan por otras.

¿Conocéis esta serie? ¿Qué os parece?

Editorial: Harlequin Ibérica (Top Novel)

Edición: Digital y papel

Serie: Vanderbilt Avenue (03)

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Otras reseñas de la autora: “El universo en tus ojos” / “Vanderbilt Avenue” / “Herbarium. Las flores de Gideon” / “Un beso al alba“